Brote de emoción y gratitud a cargo de 84

84, integrado por Enrique Berenguer, Jaime Fontecha y Ramón Vázquez, durante el concierto / Alba Vivancos
El trío presentó el sábado su nuevo disco, Ochenta y cuatro conciertos en la parte de atrás, en la sala madrileña Galileo Galilei

Lo afirmaron: “Este disco es un regalo para nuestra gente de siempre”; y lo prometieron: “Tenemos muchísimas ganas de devolverles el cariño”. Tal y como dejaba leer entre dientes Ramón Vázquez (Mon), uno de los integrantes del trío 84, en la entrevista que concedió a El Altavoz Musical, el concierto de presentación de Ochenta y cuatro conciertos en la parte de atrástenía todos los números para ser una montaña de emociones frente a las “ganas contenidas”. Y así fue. De hecho, las lágrimas de su interior no pudieron contenerse e hicieron acto de presencia en el turno de la enamoradiza versión acústica de Fantasía.

Tras un primer pase vespertino e inusual y mientras la noche caía en la ciudad de Madrid, el inicio del directo se hizo de rogar. Pero, ni eso ni los continuos problemas técnicos que acecharon al trío, fueron impedimento para hacer rugir a la muchedumbre. Decenas de adolescentes esperaban con ansias el comienzo de un showcase exclusivo en el que 84 reunió únicamente a todos aquellos que se hicieron previamente con un disco físico. En acústico, sin filtros y con unas voces melódicas que muchos quisieran en sus gargantas. Así dieron la bienvenida al encuentro en la emblemática sala Galileo Galilei.

Con la pegadiza Tormenta sideral, el público dejó claro que conocía las canciones al pie de la letra. La armónica Te invito no necesitó ruegos para corear al unísono. La palpitante A casa sacó a relucir los sentimientos. Pero, las atronadoras estrofas de El burdel de las sirenas hicieron temblar de verdad el suelo de la sala Galileo. Como si fueran a morir mañana, como si fuera el primer concierto tras la pandemia, como si la vida no otorgara segundas oportunidades, los asistentes se desvivieron desde el minuto uno. Eso sí, prácticamente sin mascarillas de por medio.

El sentimentalismo de El anzuelo devolvió al auditorio a un ambiente íntimo y frío presidido por uno de sus “temas favoritos de toda la vida”, que en esta ocasión han regrabado junto a la inconfundible voz de Carlos Tarque: El pasado. La vitalidad de frases como «El pasado se está haciendo mayor» fue más que evidente. El clima de sensibilidad que lograron recrear continuó con Tu pelo y tu lunar, liderada por un Enrique Berenguer (Beris) ya despojado de su antigua y frondosa melena; y finalizó con una ovación en pie más que merecida por una prodigiosa versión de El error, interpretada con un festival de armonías vocales. Hoy en día es complicado encontrar en la industria un trío de voces masculinas con tanto dominio.

Vuelta a los escenarios

El trío 84, el sábado, en la Sala Galileo Galilei / Alba Vivancos

En una sociedad líquida y capitalista alimentada por la omnisciente presencia de Internet en nuestras vidas –como dejaba entrever la camiseta de ‘1984’ de Mon-, ni George Orwell ni el grupo en cuestión se esperaban tal éxito en la actualidad. “Gracias por haberos comprado un disco en una época en la que es imposible reproducirlo”, gritó Jaime Fontecha (Jimbo) al inicio del directo, dirigiéndose a los seguidores más fieles que se han mantenido inertes ante el paso del tiempo y a los más jóvenes que se han incorporado en los últimos años.

Aunque sus voces y guitarras comenzaron a dar los primeros pasos en la década de los 2000, en 2014 decidieron emprender un alto en el camino. Tras el anuncio de un inesperado regreso que se vio truncado por la pandemia, este 2021 vuelven a los escenarios. Bajo este paraguas, no sorprende que las emociones florezcan sin tesón. «Me acabo de pegar una llorera brutal», reveló Jimbo nada más pisar este sábado las tablas.

Entre gestos de satisfacción y respuestas a cuestiones ocultas en globos –“¿Por qué os separasteis? ¿Quién os presentó?”-, el fin de fiesta llegó a su fin. Pero, no sin antes presentar Historias del Arte junto a la joven cantautora zaragozana Begut. «Es mi colaboración favorita del disco”, confesó Mon. Expresiones de gratitud, asombro y admiración se manifestaban cada vez que el público coreaba y se ponía en pie con cánticos enérgicos como Sentado en tu arena y Como si fueras a morir. Fue entonces cuando anunciaron su secreto mejor guardado: “El 10 de febrero vamos a intentar llenar La Riviera».

Durante la noche del sábado, el templo musical de la noche madrileña por excelencia se vino abajo en pleno brote de emoción y gratitud. Más si cabe cuando sonaron los primeros acordes de Esquinas de Madrid y Flor de primavera, la canción del disco con más reproducciones en Spotify. Con pruebas de fuego como esta, no hay duda de que en La Riviera no habrá ni un solo hueco libre. «No sabemos ya en qué idioma daros las gracias», repitieron una y otra vez.

La cantautora Begut junto a 84 / Alba Vivancos
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