
artistas como Natalia Lacunza pasaron durante la jornada del viernes por el hermosa fest, un nuevo festival que acoge Trips Summer Club
Un concierto de La Casa Azul es sinónimo de fiesta y baile. Es diversión y locura. Es como abstraerse en una realidad paralela en la que solo estáis tú y tus cascos. Una magia que hace que pierdas hasta la noción del tiempo y que tu cuerpo se contonee de un lado a otro sin ritmo ninguno.
Alrededor de 1.000 personas colgaron el viernes la bata y cambiaron sus zapatillas de estar por casa por un calzado más cómodo con el que poder saltar de júbilo durante una hora y media. El público abandonó la timidez y la soledad de sus habitaciones para compartir en masa un momento inigualable en torno a uno de los grupos más reconocidos de finales de los 90 en España.
Pese a ser uno de sus últimos shows de la temporada, La Casa Azul pisó el escenario del Hermosa Fest Pride Beach Weekend con tanta fuerza que su líder, Guille Milkyway, lo coronó como uno de los mejores conciertos que había vivido en la Región de Murcia. No es para menos, pues el público se sumergió por completo y desde el primer minuto en un espectáculo cargado de luz y color.
Los nombres de sus canciones son toda una declaración de intenciones a las que hicieron justicia. Temas como No hay futuro y Los chicos hoy saltarán a la pista hicieron tocar la cima a los presentes. También hubo tiempo para cantarle al piano al amor y a las primeras veces con versiones como la de Corazón partío. Pero la gran Fiesta universal llegó de la mano de éxitos como Era el momento, Podría ser Peor y La revolución sexual.
El imaginario de Guille Milkiway y de todos sus fans se hizo anoche realidad. Por eso, el cantante y compositor quiso dedicar el concierto a las bandas favoritas “que nos salvan de la vida día a día”. “Somos muy felices estando sobre el escenario”, gritó.





El homenaje de Varry Brava a sus inicios

Hay algo que no se puede reprochar: Varry Brava está en su mejor momento. Su llegada al Hermosa Fest se hizo de rogar, pero el grupo compensó a los presentes con todo un festival de vitalidad y júbilo. Y, sobre todo, gritando a viva voz que su presencia en los festivales de toda España está más que justificada.
“En el momento exacto, bajo la luz perfecta, todo lo que soñamos va a iluminarnos”, dice el último tema que ha sacado a la luz el trío murciano junto a la flamenca Soleá Morente. Y exactamente así fue su paso por el festival. Tras una serie de problemas técnicos frutos del directo y un par de horas de retraso después, los Varry corearon canciones como No gires, Hortera y Satánica frente a un público todavía cargado de energía pese a las altas horas de la noche.
No faltaron guiños a los primeros años de vida del grupo. Calor fue todo un homenaje a los añorados recuerdos de aquellos conciertos en los que los espectadores se podían contar con los dedos de una mano. En definitiva, a su primer disco, Demasié. Un álbum que este año celebra su décimo aniversario.
Óscar Ferrer, Aarön Sáez y Vicente Illescas tampoco se olvidaron de su admirada Raffaella Carrà en un escenario envuelto en una estela de colores rosados y rojizos. No cabe duda de que, en otra vida, la estrella de Italia lo habría dado todo al ritmo del tema al que da nombre. Pese a su ausencia, Varry Brava, y el resto de grupos que el viernes pasaron por Trips Summer Club, lograron convertir La Manga en toda una pista de baile.


El magnetismo de Natalia Lacunza

Natalia Lacunza defendió un estilo particular y único al salir de la academia de Operación Triunfo. Una personalidad que a día de hoy la caracteriza por completo y que ya se ha convertido en su seña de identidad. Un carácter que paseó con gusto y elegancia por el Hermosa Fest.
Ni unas gafas de sol pudieron esconder el magnetismo de una mujer con un gran futuro por delante que sacó a relucir su poderío vocal con una versión impecable de Crazy. Arropada por una banda dominada en su mayoría por mujeres, Lacunza se metió al público en el bolsillo con el repertorio de su último disco, Tiene que ser para mí.
Su marcada sensibilidad logró introducir a los asistentes en una atmósfera de pop, jazz y psicodelia en la que sonaron canciones como Nuestro nombre, Olivia, El círculo y Mi sitio. Éxitos de la talla de Todo lamento, Muchas cosas y No me querías tanto fueron el colofón de un concierto brillante.






