El
altavoz
musical

Sumergiéndonos en el agua de «El perdedor ético» con Novel

Portada de El perdedor ético

¡Hola! Estamos de vuelta tras estas intensivas jornadas de calor que, si has pasado buena parte de las mismas en el sur, habrás agonizado notado que nos han azotado como nunca. Más allá de lo ya conocido por todos, esperamos que hayáis podido pasar una temporada amable y, para calentar motores, he decidido recurrir al para-nada-profesional método de captación de novedades musicales basado en «juzgar a un disco por su portada». Culpable de una inmediata conexión con la lluvia, me he puesto a escucharlo sin tener en cuenta nada más. Solo tengo algo que añadir: gracias por la elección de esta portada, porque lo que encierra dentro es un mundo precioso.

El perdedor ético no es el primer trabajo que conocemos de la mano de Novel, siendo este su tercer EP. No obstante, en esta ocasión ha tenido la enorme suerte de poder contar con artistas de gran nivel dentro de la escena de la música independiente española como es el caso de Agustín Lozano al bajo (Hermano Lobo), Rafa L. Lázaro al piano (Asustadizo), Isabel León en voz y coros (Is), Xabel Vegas a la voz (Xabel Vegas y Las Uvas de la Ira), Joaquín Pascual al piano (Surfin’ Bichos, Mercromina), así como las artistas Cecilia Arena, en el violonchelo, y Dafne Castañeda en la voz, argentina y peruana respectivamente.

Un día de lluvia en la playa del Mediterráneo

Cumpliendo con ciertas expectativas, el agua es el elemento que nos da la bienvenida al universo de El perdedor ético. «Frente al mar» es la pista encargada de romper el hielo. Con un sonido nítido y limpio, percibimos una ambientación un tanto minimalista que va acogiendo pequeños detalles musicales a lo largo de toda su duración (sin perder su esencia). En una primera instancia, es inevitable tener presente a Joaquín Pascual y trabajos como El ritmo de los acontecimientos.

Algo particularmente llamativo es la capacidad en la que la melodía y el discurso se van entrelazando para dar lugar a una sensación algo inconexa, como un tercer ente creado entre ambos. Mientras que mar y lluvia son el combo perfecto para sumergirnos de lleno en el sentimiento nostálgico, Javier Hernández (compositor de Novel) introduce a través de sus letras un posible viaje al futuro de su memoria, ¿es imposible viajar al futuro sin maleta de recuerdos?

Las heridas abiertas se curarán con sal.

Frente al mar

«Viento en contra» nos pone quizás en una situación sentimental más clara en entendimiento pero emocionalmente más oscura («aunque con el viento en contra, emprenderé a navegar. He gobernado mil barcos, estoy preparado. Partiré al despertar»). Continuando con cierta imaginería náutica y a dulce golpe de violonchelo, los suaves coros de Isabel León ayudan a equilibrar el ambiente musical con un leve chisporroteo de «esperanza» («somos polos opuestos condenados a colisionar»).

Donde estés no me importa, allí las corrientes me arrastrarán.

viento en contra

«Quisiera» es la única pista de este EP que corresponde a una adaptación literaria. Hundiendo sus raíces en el poemario Sucia Plata de Paco Ponce, esta resquebraja ligeramente el ambiente musical en el que nos sumergíamos anteriormente y comienza con unas guitarras en reverberación que —no lo he podido evitar— me han hecho viajar instantáneamente a algunos lugares significativos de ZTA. La voz de Dafne Castañeda junto con la de Javier nos ayuda a situarnos en un punto clave dentro del disco: uno en el que la parte femenina y masculina equilibran la misma balanza y mantienen un mismo deseo («quererte en los besos que vienen, pedirte los besos que vengan»).

Sin embargo, la despedida musical de este trabajo establece su punto de partida en un paisaje sentimental desolador. «Novel contra la ley de las mejoras aparentes» comienza ilustrando cómo los muros que sujetaban una relación acaban siendo inevitablemente derruidos. Pasa de puntillas por un duelo («tener en mi la obligación de maldecir como un imbécil») que, sin llegar a esclarecerse del todo, comienza a arrojar ciertos rayos de luz; entender lo que ocurre no te hace estar de acuerdo pero se convierte en un peldaño en la neblina («decidí relativizar sobre el alcance y no admitir el pronóstico evidente»).

Al forjarse la esperanza, todo lo incierto lo remueve el viento.

NOVEL CONTRA LA LEY DE LAS MEJORAS APARENTES

Sin duda, este punto y final pone el broche a un trabajo de introspección y cierta orfebrería sentimental que nos abraza y nos hace soñar con unos días lluviosos en los que podamos volver de nuevo a El perdedor ético y dejarnos flotar en el viento de la tormenta.

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