Comentamos el primer EP de Aló Presidente: ¿Qué tal, mortal?

Hermann
Hace unos meses os hablábamos en una entrada de la banda murciana Aló Presidente y del último adelanto que nos dejaban entrever antes de su debut oficial. Ahora nos presentan la obra al completo de mano de Kiwi Estudios y del sello Grabaciones Vistabella.

La música ha formado parte del incesante vals —que a día de hoy todavía nos acompaña— entre veneno y remedio, como si hubiera sido capaz de forjar a través de un continuo y estable “un, dos, tres” una de las pocas válvulas de seguridad que todavía nos quedan en pie. Aló Presidente también decidieron formar parte de ello y, de aquellos bailes, este álbum. En él, parecen asomarse de entre la vorágine y, a través de su singular caminar entre la ironía y lo mundano, toman carta de presentación y nos saludan con un “¿Qué tal, mortal?”.

Desde El Altavoz Musical creemos que contestar con una evaluación de daños y perjuicios sería deporte de alto riesgo, así que hemos optado por coger nuestros auriculares de la suerte, ese café que promete milagros (no podemos dar cuenta todavía de esto), y darle al play.

La apertura de este EP lo protagoniza la última pieza del puzle que ya veníamos encajando; la banda apuesta por uno de sus temas primigenios para saludarnos. Se trata de «Objeción de conciencia«. El propio comienzo de la canción se encarga de hacer las presentaciones: el sintetizador crea la atmósfera, el bajo marca el compás y una guitarra empieza a insuflar distorsión. Se prepara el escenario para Aló Presidente.

La melodía nos remite automáticamente a grupos como Los Planetas, y tratan el desamor desde una poética y punzante honestidad que va oscureciéndose de forma progresiva. La instrumental nos da la mano, acompasamos su caminar con nuestros pies y, tras guiarnos entre sus propias cavilaciones, nos deja solos al timón de un necesario y bonito naufragio sentimental.

Y aunque soy de filias raras, la sola idea me da arcadas. Al lado de un cadáver yo ya no quiero estar, yo ya no quiero estar. Nunca más.

Manu

A toques de sintetizador nos empieza a envolver el particular universo de la tercera protagonista de este EP: «Deportes Cuatro«. Hace unos meses escribimos una entrada sobre ella (la podéis leer aquí). No obstante, durante este tiempo, la banda incorporó su videoclip al repertorio y aprovechamos la ocasión para mostraros su pequeño guiño al surrealismo:

Grabado, dirigido y editado por Aló Presidente y María Luisa Prior

Todos los comienzos tienen siempre un lugar, y Aló Presidente han reservado un huequecito para el suyo: Murcia. El propio título del siguiente tema, «Cuartel de Artillería«, hace referencia al actualmente complejo cultural situado en el barrio de El Carmen de Murcia, y parte de la letra predispone el escenario: «Ya no oigo las campanas/ que me dicen quién no soy/ Solo el ruido de la gente/ por el río hacia el Cuartel». Para los que somos de allí, no se nos hace difícil imaginar el recorrido junto a este lado del río, y la canción se convierte en un paseo por la ciudad capaz de recolectar y unir, a su paso, el deambular de los propios pensamientos.

«Cuartel de Artillería» parece una puesta a punto y, con una marcada instrumental eléctrica capaz de trasladarnos hacia sonidos propios del power pop, se zambullen en la predisposición al cambio; en todo lo que supone el hito de reconciliarse con la propia suerte: «Y me he hecho muy amigo/ de todo lo que pude hacer mal/ Sin luchar».

«Aquí todo me parece extraño, siempre hace falta valor»

Cerramos sesión con «No me gusta pasármelo bien«. Esta canción nos abduce a una atmósfera algo más minimalista en la que batería y guitarra establecen las bases de comunicación entre el bajo y las elegantes líneas de punteo. Con reminiscencias a grupos como The Velvet Underground, letra y melodía se dan la mano y configuran a un personaje en claroscuros —algo que ya nos hemos coscado les mola a Aló Presidente—.

Cierto toque onírico comienza a enredarse con la inquietud de quien se sabe extraño entre las reglas de un juego un tanto inverosímil y, afortunadamente, consigue llegar a una conclusión: sí que le gusta pasárselo bien. Quizás con la certeza de que es completamente válido descender hasta nuestros propios infiernos: «Y vente conmigo/ vamos de la mano/ camino al infierno/ cruzamos el barrio».

Hasta aquí nuestra tertulia. No podemos hacer otra cosa más que desearles lo mejor a Aló Presidente en esta nueva etapa e invitaros a darle una escucha (y todas las que queráis) a su primer trabajo ¿Qué tal, mortal?. Lo tenéis en todas las plataformas digitales. De momento, después de este pequeño viaje musical creemos poder responder a la pregunta: estamos un poco mejor.

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